En el valle del derpartamento de la Dordoña esta casa de carácter se encuentra en el centro de un bonito parque y está rodeada de viñas que se extienden hasta donde alcanza la vista en las alturas de Château Trottevieille.
La vista es única e invita a perder la mirada en el horizonte y contemplar el encanto intemporal del pueblo de Saint Emilion y la iglesia de Pomerol alzándose orgullosa.
La uva florece en esta finca de 12 hectáreas gracias a la excelente exposición de la que disfruta.
Una fina capa de tierra rojiza, delicadamente colocada sobre la roca caliza, hace de este viñedo un terruño único, un raro inicio de Saint-Émilion.
Bajo esta armonía de vegetación, en el sotano del castel, antiguas canteras se esconden, las raíces de las viñas tejen su camino varios metros bajo tierra. Esta union entre los recuerdos del pasado y el saber-hacer actual, hace de Château TrotteVieille un terruño excepcional.